La Coalición para la Mejora de los Servicios de Maternidad (CIMS):
Nuestro objetivo es promover un modelo de atención a la maternidad centrado en la salud, que mejore el resultado del parto y reduzca substancialmente los costos. Este modelo basado en la evidencia, respetuoso con la madre, el bebé y la familia, se centra en la prevención y en la salud como alternativas a los costosos programas de detección precoz, diagnóstico y tratamiento.
Considerando:
Que las parteras (comadronas) asisten a la mayoría de los partos en aquellos países industrializados que obtienen los mejores resultados perinatales.
Que entre las prácticas actuales en la atención a la maternidad y al recién nacido que contribuyen a los altos costos y a los resultados inferiores están la aplicación inadecuada de la tecnología y los procedimientos de rutina no basados en evidencias científicas;
Que la mayor dependencia de la tecnología ha disminuido la confianza en la capacidad innata de la mujer para dar a luz sin intervención;
Que el tratamiento obstétrico de la madre y su hijo como si fueran unidades separadas con necesidades en conflicto pone en peligro la integridad de la relación entre madre e hijo, que se inicia en el embarazo;
Que, aunque se ha probado científicamente que la lactancia materna es óptima para la salud, la nutrición y el desarrollo de los recién nacidos y de sus madres,
Creemos que los fundamentos filosóficos de la atención respetuosa con la madre son los siguientes:
• Normalidad del proceso del nacimiento
• El nacimiento es un proceso normal, natural y saludable.
• Las mujeres y los niños tienen las capacidades innatas necesarias para el nacimiento.
• En el momento de nacer, los bebés son seres humanos conscientes y sensibles, y deben ser reconocidos y tratados como tales.
• La lactancia materna proporciona la alimentación óptima para los recién nacidos y lactantes.
• El nacimiento puede producirse de forma segura en hospitales, en centros de nacimiento y en el hogar.
• El modelo de atención ofrecido por las parteras (comadronas), que respalda y protege el proceso normal del nacimiento, es el más apropiado para la mayoría de las mujeres durante el embarazo y el parto.
• Protagonismo de la madre
• La capacidad y la confianza de la mujer para dar a luz y cuidar de su hijo se ven potenciadas o mermadas por las personas que la atienden y por el ambiente en el que da a luz.
• La madre y su hijo son distintos y sin embargo interdependientes durante el embarazo, el parto y la infancia. Su estrecha relación es vital y debe ser respetada.
• El embarazo, el parto y el postparto son hitos en el camino de la vida. Estas experiencias afectan profundamente a las mujeres, a los bebés, a los padres y a las familias, y tienen efectos importantes y persistentes sobre la sociedad.
• Autonomía
Cada Mujer Debe Tener la Oportunidad de:
• Experimentar un parto sano y gozoso para ella y su familias, independientemente de su edad y circunstancias;
• Dar a luz según sus deseos en un ambiente en que se sienta segura y cuidada, y en que se respeten su bienestar, su intimidad y sus preferencias personales;
• Tener acceso a todo el abanico de opciones en cuanto al embarazo, el parto y la crianza de su hijo, y a información detallada sobre todos los lugares, profesionales y métodos disponibles para dar a luz;
• Recibir información completa y actualizada sobre los beneficios y riesgos de todos los procedimientos, fármacos y pruebas que se usan durante el embarazo, el parto y el período postparto, con derecho al consentimiento informado y al rechazo informado;
• Recibir apoyo para tomar decisiones informadas sobre lo que es mejor para ella y su hijo, basándose en sus valores y creencias personales.
• Buscar no hacer daño ("Primun non nocere")
• Las intervenciones durante el embarazo, parto o postparto no deben ser rutinarias. Muchas pruebas, procedimientos, tecnologías y fármacos usados en la práctica médica habitual comportan un riesgo para la madre y su hijo, y deben evitarse si no existe una indicación científica específica para su uso.
• El tratamiento de las complicaciones que puedan surgir durante el embarazo, el parto y el postparto debe estar basado en la evidencia.
Responsabilidad
Cada profesional es responsable de la calidad del cuidado que ofrece.
La atención a la maternidad debe basarse en las necesidades de la madre y su hijo, y no en las del profesional.
Cada hospital o centro de nacimiento es responsable de la revisión y evaluación periódicas, de acuerdo con las evidencias científicas disponibles, de la eficacia, riesgos y tasas de utilización de los procedimientos médicos que aplique a las madres y a sus hijos.
La sociedad, a través de su gobierno y del sistema de salud, es responsable de garantizar el acceso de todas las mujeres a los servicios de maternidad, y de supervisar la calidad de dichos servicios.
Los individuos son en últimno término responsables de tomar decisiones informadas sobre la atención sanitaria para sí mismos y para sus hijos.
Un hospital, centro de nacimiento o servicio de parto domiciliario respetuoso con la madre:
1. Ofrece a todas las madres que dan a luz:
- La presencia sin restricciones durante el parto de los acompañantes que ella elija, incluyendo padres, cónyuges, hijos, familiares y amigos;
- Acceso sin restricciones al apoyo emocional y físico continuado de una mujer capacitada, como una doula* o profesional de apoyo al parto;
- Acceso a la atención profesional de una partera (comadrona).
2. Ofrece al público información descriptiva y estadística detallada sobre sus prácticas y procedimientos en la atención al parto, incluyendo la frecuencia de las intervenciones y los resultados.
3. Ofrece una atención culturalmente apropiada; es decir, una atención sensible y que responde a las creencias, valores y costumbres específicas de la etnia y religión de la madre.
4. Ofrece a la parturienta la libertad de caminar, moverse y adoptar las posiciones que elija durante la dilatación y el expulsivo (salvo que se requiera específicamente una restricción para prevenir una complicación), y desaconseja la posición de litotomía (acostada boca arriba con las piernas elevadas).
5. Tiene normas y procedimientos claramente definidos para:
- Colaborar y mantener consultas curante el periodo perinatal con otros servicios de maternidad, incluyendo la comunicación con el profesional que ha atendido previamente a la madre cuando es necesario el traslado de un lugar de nacimiento a otro;
- Poner a la madre y a su hijo en contacto con los recursos pertinentes de la comunidad, incluyendo el seguimiento prenatal y posterior al alta y el apoyo a la lactancia materna.
6. No emplea de forma rutinaria prácticas y procedimientos que no estén respaldados por evidencias científicas, lo que incluye pero no se limita a los siguientes:
rasurado del vello púbico;
enemas;
perfusión endovenosa (goteo);
ayuno;
rotura precoz de membranas*;
Monitoreo fetal electrónico;
Otras intervenciones están sujetas a las siguientes limitaciones:
La tasa de uso de oxitocina* para la inducción o conducción del parto es del 10% o menor;
La tasa de episiotomía* es del 20% o menor, con una meta del 5% o menos;
La tasa global de cesáreas es del 10% o menor en los hospitales de primer nivel, y del 15% o menor en los hospitales de tercer nivel o de referencia;
La tasa de parto vaginal después de una cesárea es del 60% o mayor, con una tasa del 75% ó más.
7. Educa al personal sobre métodos no farmacológicos de alivio del dolor, y no recomienda el uso de analgésicos o anestésicos si éstos no son requeridos específicamente para corregir una complicación.
8. Anima a todas las madres y familias, incluyendo a aquellas con recién nacidos o lactantes enfermos o prematuros o con problemas congénitos, a tocar, tomar en brazos, dar el pecho y cuidar a sus hijos en la medida compatible con cada situación.
9. Desaconseja la circuncisión del recién nacido por motivos no religiosos.
10. Se esfuerza por aplicar los "Diez Pasos de la Iniciativa Hospitales Amigos de los Niños" de la OMS y el UNICEF para promover una feliz lactancia materna.
Diez pasos de la iniciativa Hospitales Amigos de los Niños:
1. Disponer de una política por escrito relativa a la lactancia natural que se ponga en conocimiento de todo el personal de atención de salud.
2. Capacitar a todo el personal de salud de forma que esté en condiciones de poner en práctica esa política.
3. Informar a todas las embarazadas de los beneficios que ofrece la lactancia natural y la forma de ponerla en práctica.
4. Ayudar a las madres a iniciar la lactancia durante la media hora siguiente al parto.
5. Mostrar a las madres cómo se debe dar de mamar al niño y cómo mantener la lactación incluso si han de separarse de sus hijos.
6. No dar a los recién nacidos más que leche materna, sin ningún otro alimento o bebida, a no ser que estén médicamente indicados.
7. Facilitar la cohabitación de las madres y los niños durante las 24 horas del día.
8. Fomentar la lactancia natural a demanda.
9. No dar a los niños alimentados al pecho chupadores o chupetes artificiales.
10. Fomentar el establecimiento de grupos de apoyo a la lactancia natural y procurar que las madres se pongan en contacto con ellos a su salida del hospital o clínica.
Iniciativa para un Parto Respetuoso con la Madre
[Primera Iniciativa de Consenso de la Coalición para la Mejora de los Servicios de Maternidad (CIMS)]
© Copyright 1996 Coalition for Improving Maternity Services (CIMS) c/o ASPO/Lamaze, 1200 19th Street, NW, S-300, Washington, DC 20036.