viernes, 30 de octubre de 2009

MAS SOBRE EL VINCULO Y EL APEGO


"El bebé debe ser tocado y acariciado inmediatamente después del nacimiento. El debe tener el calor de la madre casi continuamente durante este tiempo, de lo contrario todo el contacto físico del mundo no será suficiente". Dr. Arthur Janov, Imprints: The Lifelong Effects of the Birth Experience

Durante las décadas pasadas el énfasis en el campo de la crianza de los niños había estado en gran medida en los factores que influyen en la salud física de la madre y el niño. Por lo tanto le damos la bienvenida al surgimiento del 'movimiento nacimiento en casa', 'al nacimiento centrado en la familia', 'al cuidado materno canguro' y a los 'hospitales amigables con los niños' que aunque mantienen el énfasis en la seguridad y los altos niveles médicos, también consideran igualmente importante el énfasis en los factores que influyen en la salud emocional y el bienestar de la madre y el niño.
La importancia de la relación entre la madre y su hijo recién nacido está nunca exagerada, pues es precisamente de esta relación de la que surgen todas las otras relaciones. La investigación de los últimos 25 años ha mostrado que el contacto entre la madre y su hijo recién nacido durante las primeras horas después del nacimiento puede establecer patrones que duran toda la vida y que son extremadamente difíciles de cambiar más adelante. Esto levanta serios cuestionamientos acerca de los procedimientos de rutina de muchos hospitales de maternidad en donde la separación del la madre y el recién nacido después del nacimiento son con frecuencia la práctica común. La meta de este artículo es el considerar los efectos de los procedimientos de rutina en la relación madre/hijo en particular.

Durante las últimas décadas la práctica común ha sido el llevarse al bebé inmediatamente después del nacimiento mientras la madre es llevada a la sala de recuperación para que descanse. En algunos hospitales más progresistas se le permite a la madre amamantar a su bebé brevemente en la sala de parto. Sin embargo el bebé es sacado muy pronto para ser llevado al cunero en donde se le deja solo en una cuna, en donde tiene que esperar aislado hasta que el horario del hospital le permita ser llevado con su madre para ser alimentado. (Esto puede significar varios períodos de espera de hasta tres horas cada vez, dependiendo de las políticas del hospital.) Además durante el primer día a veces se mantiene al bebé lejos de la madre durante muchas horas para ser observado. En algunos hospitales las madres que fueron sedadas para el nacimiento no llegan ver a sus bebe en absoluto hasta después de doce horas de nacido.
Klaus y Kennell han hecho una investigación muy extensa acerca del fenómeno del lazo materno-infantil, (Klaus & Kernnell, 1976) Los resultados sugieren que la interacción de la madre con su bebé durante las primeras horas de vida afecta críticamente su actitud hacia el bebé al menos por los siguientes cinco años de vida. Todavía no se sabe con exactitud cuánto dura el período 'sensitivo', pero se cree que pierde efectividad entre las tres y las cuatro horas después del nacimiento, (Spezzano & Waterman, 1977). Si no ha habido contacto entre la madre y el neonato durante este período, no se establece un lazo adecuado. Si la madre y el bebé tienen un contacto casi ininterrumpido en este período, se crea un fuerte lazo materno-infantil y los sentimientos que generan en la madre continúan después de que el período 'sensitivo' ha terminado.
Después de un nacimiento libre de medicamentos tanto la madre como el bebé están en un estado de alerta y receptividad durante las primeras horas y el contacto físico así como ocular son vitalmente importantes. La madre pasa mucho tiempo cargando al bebé en una posición cara a cara y le habla con un tono especial de voz. El bebé mira a la madre siguiendo los movimientos de sus ojos y esto genera una respuesta de ella. El sonido y el olor también son elementos importantes para los lazos afectivos. Una madre que ha establecido un lazo con su bebé y escuchado su llanto una vez, con frecuencia puede reconocerlo entre un grupo de bebés tan solo por la voz de su bebé. Cuando se le ofrece el pecho al bebé por primera vez también lamerá y olerá el pezón antes de mamar. Más tarde reconocerá a la madre por el olor.


Si se ha establecido un lazo temprano el bebé llorará si está en brazos extraños y se calmará tan pronto se le regrese a su madre. Para la madre el tener al bebé en sus brazos significa que el clímax del nacimiento es seguido por un tiempo de tranquila cercanía en la que ella puede llegar a conocer a su bebé. Esto ha sido descrito por las que lo han experimentado como una profunda plenitud que deja en la madre fuertes sentimientos de cercanía con el bebé así como también sentimientos positivos acerca de ella misma como madre. Ella también tiene sentimientos muy fuertes de que el bebé es realmente suyo.

LOS EFECTOS DE LA SEPARACION EN LA NUEVA MADRE

Es muy significativo que los que proponen el movimiento de 'nacimiento en casa ' que está ganando tanta aceptación alrededor del mundo, reporten que la depresión post-parto es casi desconocida entre las madres que han parido en su casa. Ahí el recién nacido raramente es separado de su madre por largos períodos durante la primera semana de vida. Uno de los problemas que ocurren con más frecuencia en los hospitales en donde la madre y el bebé han sido separados y los lazos afectivos no se han establecido, es que la madre parece carecer de mucho del conocimiento instintivo acerca de cómo relacionarse con su bebé. Esto es mucho más posible que alcance el nivel de crisis cuando la madre regresa a casa y tiene que cuidar a su bebé a solas. Es más posible que no sea capaz de manejar la situación y que se sienta exhausta y deprimida y también que se reproche a sí misma por ser una mala madre.


LOS EFECTOS DE LA SEPARACION EN EL RECIEN NACIDO

Hasta los años 70s había muy poca información subjetiva acerca de cómo se siente el bebé durante el nacimiento y poco después. Pero con el advenimiento de la terapia primal, una gran cantidad de pacientes empezaron a revivir experiencias tempranas, incluyendo el primer día de vida. Ellos empezaron a ser capaces de describir con gran detalle aquellas experiencias que eran dolorosas y traumáticas para ellos, mostrando cómo esos factores generaban frecuentemente patrones de comportamiento de falta de adaptación que duraban toda la vida.
El bebé sabe instintivamente que no puede mantenerse con vida sin su madre. Se siente completamente desvalido y dependiente de ella para su supervivencia. El bebé siente instintivamente que el ser separado de ella significa morir y no hay manera de hacerle entender que no ha sido abandonado, sino que simplemente está esperando en un cunero y que eventualmente será llevado con su mamá. El bebé no tiene manera de interpretar lo que está pasando, o de saber si la separación y el abandono que está experimentando van a terminar. La única manera en la que puede apagar el dolor producido por las largas horas de estar sin su madre es utilizando el dormir como defensa.
El nacimiento significa un tremendo esfuerzo para el bebé y más que en ningún otro momento es en esas horas después de su nacimiento que el bebé necesita del calor y el consuelo de estar físicamente cerca de su madre. Los sonidos familiares del latido de su corazón y de su respiración son algo que el bebé conoce y crean un sentido de continuidad entre la experiencia previa del bebé en el útero y las nuevas condiciones a las que debe adaptarse. El contacto temprano y continuo con su madre hará que el bebé se sienta seguro sabiendo que su madre no lo abandonará.

El bebé también necesita saber que la madre va a satisfacer todas sus necesidades cuando surjan. Esto significa que ella debe responder siempre que el bebé exprese sus necesidades por medio del llanto y alimentarlo siempre que esté hambriento. La madre y el pecho de la madre son una fuente de alimento, calor y comodidad para un pequeño bebé y él necesita saber que siempre estarán ahí cuando le los necesite. Para esto se necesita que el bebé que nace en un hospital pueda tener la oportunidad de estar en la misma habitación que la madre (rooming in). También es importante que la madre haya tenido un parto lo más libre posible de medicamentos para que esté despierta y sea capaz de cuidar a su bebé inmediatamente

CONCLUSION


A pesar de que la separación de la madre y el recién nacido así como los otros procedimientos hospitalarios mencionados anteriormente no pueden ser responsabilizados completamente por la creación de neurosis más adelante en la vida, con frecuencia ponen las bases para los típicos patrones de falta de adaptación a los que se agregarán otros problemas más adelante.

Aunque la creación de estos traumas tempranos puede tomar tan solo unas cuantas horas o a lo mucho unos cuantos días, los problemas resultantes a menudo toman años de intensas y costosas terapias para resolverse. Puede tomar años integrar el dolor de 'primera línea', o sea el dolor agregado al sistema durante los primeros días de vida, así que la prevención es definitivamente mejor que tratar de curar el problema más adelante.




*Para mayor información acerca del Cuidado canguro del bebé, ver el artículo que se encuentra también en este sitio: http://home.mweb.co.za/to/torngren/kmc-es.htm; http://primal-page.com/es-first.htm

LOS PAÑALES SEGUN SUS MARCAS



Comenzamos por los mejores:


Entre Pampers Babysan y Baby Sec Gold no hay casi diferencia, tienen una duración aproximada similar, la tela es similar el ajuste y el ancho del pañal son semejantes.


Entre Pampers, Baby Sec y los Huggies la diferencia principal esta en el ajuste de la cintura y el ancho del pañal, los Huggies son mas angostos y largos, como para bebes mas bien largos, pero no tan redondos. Los Pampers son mas anchos y no tienen elástico en la cintura pero se ajustan bien igualmente.



Los Kiddies los Dispita y los Babysan Plus son excelentes pero son mas costosos, tienen las mismas características en tamaño y forma, están buenos para la noche o si es un bebe que hace mucho, son mas anchos que los otros y tienen tela que envuelve la cadera de manera que en verano, sobre todo, es mas difícil que se irriten en esa zona.


Los pañales de las marcas de supermercados por lo gral no son de muy mala calidad, habría que evitarlos si el bebe tiene piel muy sensible, pero eso depende de cada uno. En general no tienen símil tela en la parte de afuera, sino plástico y en verano es bastante incomodo por que hacen transpirar mas y pueden llegar a irritar. En cuanto a la duración, para el día cuando se pueden cambiar seguido, están bien.


Los Kimbies básicos tienen una resistencia minima, y el material no es de la mejor calidad tampoco.




Creo que con esto tienen un pantallazo general del mundo del pañal, se pueden agregar marcas y comentarios para ir nutriendo el Blog.

jueves, 29 de octubre de 2009

y que pañales compro???

Llega el momento de enfrentare a ...la pañalera., o la gondola de los pañales del supermercado, y con que nos encontramos??? con un mundo desconocido donde todo parece genial, pero puede ser un desastre...entonces aqui les dejo una brebe guia para principiantes en este maravilloso mundo de los bebes. en la siguiente entrada hare algo mas detallado para aquellas personas que necesitan tooooda la informacion.

El primer dato a tener en cuenta a la hora de comprar un pañal es como se encuentra el adecuado. Los pañales están divididos en categorías según el peso del bebe y según el momento del uso del pañal, por ejemplo, no es lo mismo un pañal para correr durante el día que el que se usa a la noche (también es cierto que hay pañales que sirven para todo pero acá vamos a detallar)




Los primeros pañales a conocer son los de recién nacido: hay 3 marcas que son excelentes: Kiddies recién nacido, Huggies New Born y Pampers Recién Nacido. Todas son de muy buena calidad, los Kiddies son tal vez un poco más grandes en cuanto a tamaño del pañal. Cuando estamos seguros de que nuestro bebe pesara mas de 3 kilos al nacer (se puede saber un peso aproximado en la ultima ecografía) los pañales para recién nacido no aplican ya que estos van hasta los 3 Kg.


Vamos a hacer la lista de los pañales siguiendo un orden de mayor a menor calidad según su uso, por Ej. para todo el dia tenemos:

Los muy buenos:

  • Pampers Babysan
  •  Huggies Natural Care
  •  Baby Sec Gold
  •  Kiddies
  •  Dispita.
Los buenos:
  • Huggies Classic
  •  Baby Sec

 Los regulares:
  • Pañales marca de supermercado.



 Los que solo usaría en un apuro:
  • Kimbies Básico

 Ahora seguimos con los pañales de uso nocturno, de los buenos:
  • Pampers total Protect
  • Babysan plus
  •  Huggies Active Care (son anatómicos pero tienen una mejor absorción)
  • Kiddies Ultra Sec.


Luego tenemos los que son para bebes que ya caminan o están en eso y el pañal común es muy grande:
  • Pampers Activos
  •  Huggies Active Care
  • Dispita Súper Elástico
  • Kiddies Anatómico

Espero que esto les sea de ayuda, en la siguiente entrada doy mas detalle acerca de las caracteristicas de cada marca.

lunes, 26 de octubre de 2009

EL VINCULO Y EL APEGO


Existe un “período sensitivo” inmediatamente después del nacimiento durante el cual el lazo o vínculo materno- bebé puede ocurrir con mayor celeridad si éstos no son separados, siguiendo las rutinas hospitalarias estandarizadas.

 El vínculo: ¿De qué se trata?

 El vínculo (bonding) y el apego (attachment) son dos términos utilizados para describir algunos aspectos y elementos de una relación entre dos personas, específicamente entre una madre y su bebé. A pesar de no significar la misma cosa, ambos se refieren a la poderosa conexión que se establece entre la madre y su bebé y el padre y su bebé.

   El vínculo se refiere al lazo o conexión que se establece entre la madre y el recién nacido y se piensa que ocurre en las primeras horas o días después del nacimiento. Tiene que ver con la reacción inicial de la madre con su bebé. No tiene que restringirse en forma absoluta a los primeros momentos después del nacimiento, pero ese contacto inicial es clave en la formación de esta conexión.

   Para algunos “el vínculo es el proceso por el cual los padres y los infantes se conectan, intiman y se apegan el uno al otro. El vínculo es un diálogo entre Madre-Padre e hijos que comienza inclusive antes del nacimiento y continúa por el resto de la vida” (Paris y Paris, 1992).


   Para otros, la conexión entre los padres y sus bebés puede comenzar sólo al pensar y planear la concepción de un(a) hijo(a), fortalecerse durante el embarazo al incrementar la comunicación con el feto (Jeane Rhodes).

   Cada vez más se obtiene información que relaciona los aspectos emocionales de las madres durante el embarazo y nacimiento, especialmente el estrés crónico prenatal, el rechazo del bebé no nacido y el parto traumático con reanimación neonatal, con trastornos de conducta de jóvenes y adultos tan severos como la delincuencia juvenil, la anorexia y el suicidio.

   Se estima que existe un momento crítico desde el nacimiento durante el cual ese lazo debe formarse y se hace hincapié al compararle con la impronta en las aves y otros animales, en relación al contacto sensorial (visual y táctil específicamente, sin menospreciar los otros) con implicaciones fisiológicas evidenciables en el neonato.


   Las consecuencias emocionales están presentes en el bebé y en sus padres dando expresión a conductas de crianza adecuadas a la forma como el vínculo se establece.


   Algunos efectos fisiológicos del vínculo y como favorecerlo, si nos referimos al momento del nacimiento, se revelan de inmediato en la interrelación física y afectiva entre la madre y su bebé. Se pueden señalar:


• El contacto de piel de la madre con la piel del bebé estimula la respiración, provee de calor y permite iniciar la respiración aérea mientras la madre observa, limpia y conoce frente a frente a su recién nacido.


• El inicio del reconocimiento mutuo se fortalece con la mirada recíproca a los ojos. Es la primera “impronta” de la cara de mamá asociada ahora a estímulos táctiles, odoríferos, auditivos y del gusto al ser tocado, amamantado por primera vez, al recibirle con palabras afectuosas que el bebé reconoce por su entrenamiento intrauterino (la voz de mamá), a quién ahora siente, saborea, huele y escucha.


• La cercanía con el corazón al ser acogido en el lado izquierdo de su madre ofrece un ritmo cardíaco y respiratorio conocido y tranquilizador que le permite estar en su mundo protegido y seguro.


• Las bacterias que colonizan su piel, su sistema digestivo y orificios corporales son las bacterias de mamá, de las cuales se protege con el arsenal inmunológico proporcionado por el calostro.


• El contacto precoz con el pezón, en la primera media hora de nacido se asocia con un éxito mayor en el inicio, mantenimiento y duración de la lactancia materna, siendo esta con frecuencia la dieta exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y mantenerse más allá del primer año. Un contacto frecuente y prolongado con su madre tiene altas probabilidades de incrementar la formación de un apego seguro.


• Si se produce un nacimiento con el mínimo de intervenciones médicas, reducido o ningún uso de drogas o anestésicos y se respeta el contacto inicial madre-recién nacido con poca o ninguna intervención que separe a la madre de su bebé, la secreción de las diversas hormonas por la madre y el mismo bebé se encargarán de favorecer el vínculo inicial. Es este un poderoso vínculo biológico-hormonal que recién empezamos a comprender.


• La presencia del padre durante el acto del nacimiento ayuda a que se fortalezca la conexión con su hijo(a) recién nacido(a). Esta conexión entre ellos, naturalmente más lenta y gradual que con la madre, es recíproca al estimular conductas paternales y de protección filial en los días y semanas que siguen. Participar activamente y de forma positiva de la crianza de un hijo es participar en la formación de un apego seguro.

Marjorie Rand refiere que el vínculo “…crea la energía que sostiene la compasión y la comprensión humana. En una relación con vínculo se internaliza la seguridad, las necesidades de supervivencia y el profundo reconocimiento de conocerse en común…”
 
 
El Apego: ¿De qué se trata?
 
El apego se refiere a la relación emocional intensa y perdurable que se establece entre el infante y su cuidador primario la cual se produce gradualmente y evoluciona en el tiempo. Se estima que se instaura durante los primeros 6 meses de vida y el segundo semestre de ese primer año y continúa evolucionando durante los años antes de la escuela. No es algo que se adquiere automáticamente por ser abrazado o amamantado una vez. Es decir, es necesaria una interrelación constante, persistente y de continuo intercambio físico y emocional entre dos seres.
 
 
 
 
Generalmente se considera que su cuidador primario es su madre. En ausencia de esta, una madre substituta (en caso de adopción o muerte materna), una abuela el padre u otra persona disponible pueden asumir este papel. Este asunto adquiere una complejidad mayor en nuestro mundo actual lleno de “nuevos” cuidadores primarios como son las madres solteras y las parejas homosexuales.
Para Bowlby el apego es “una conexión psicológica perdurable entre seres humanos” y concordaba con la idea que las experiencias tempranas de la infancia tienen una influencia importante en el desarrollo y en la conducta en la vida(Bowlby, 1969).
   Para que el apego se produzca es necesaria la presencia de un adulto que cuide y esté involucrado emocionalmente con el bebé y que el bebé desarrolle la habilidad intelectual para comprender sus sentimientos y sus interacciones con su propio mundo.

   Ese lazo que se establece constituye una fuerza primordial en el desarrollo infantil, en la formación de una base segura donde apoyarse para satisfacer sus necesidades básicas iniciales, en la génesis de una confianza en el otro, permitiéndole modelar una forma de interrelacionarse con los demás y explorar en forma segura el mundo.

   El apego desde el punto de vista conductual está representado por una serie de conductas como la búsqueda, el abrazo, la succión y la locomoción. Desde el punto de vista emocional, es la creación del lazo mutuo donde la madre modela el desarrollo de su bebé a través de su relación e interacción con él, permitiendo la formación de un “modelo interno de funcionamiento” que actúa como un guión por el cual calibra sus propias emociones y las de los demás.

   Dependiendo del tipo de apego que el infante establezca, la forma de relacionarse con los demás se presentará como un esquema predeterminado de conductas a futuro.

 Características del apego:

1. Mantenimiento de la proximidad: Es el deseo de estar cerca de la persona a la cual estamos apegados.


2. El puerto protegido: Regresamos a nuestra figura de apego para confort y seguridad en caso de amenaza o miedo.


3. La base segura: La figura de apego actúa como una base de seguridad desde la cual el niño puede explorar el medio ambiente que le rodea.


4. El sufrimiento por la separación: La ansiedad que ocurre con la ausencia de la figura de apego.


La importancia del apego y su influencia a futuro




   Todas las experiencias de la infancia son importantes y la interrelación que se establezca entre el cuidador  primario y el infante determinará el tipo de apego que se establezca.

   Básicamente dos tipos de apego se establecen: el apego seguro y el apego ansioso.

   Se considera que un infante de un año de edad tiene un apego seguro cuando:
- Es capaz de explorar su entorno y jugar en presencia de su figura de apego, compartiendo miradas periódicas, una sonrisa e inclusive mostrándole un juguete.

- Cuando está cansado, enfermo o malhumorado diligentemente busca y acepta el consuelo de su cuidador. Después de pasar meses con un cuidador sensible y predecible, el niño aprende a confiar que el cuidador estará allí cuando el necesite satisfacer sus necesidades. Aprende a confiar en su habilidad para solicitar cuidados. Entonces se nutre una confianza básica en sí mismo y en su cuidador, influenciando su conducta y relaciones con otros niños y adultos.

   Se ha evaluado el comportamiento a futuro de estos niños a los dos, tres, cuatro y cinco años observando que son individuos socialmente más competentes, obedientes, confiados, entusiastas y persistentes en la solución de problemas al compararles con niños con apego ansioso.

   Al evaluar niños con apego ansioso se observa que tienen dos tipos de patrones de conducta:

- El infante “ansioso-resistente” aprende a no confiar que su cuidador responda a sus necesidades en forma predecible y por tanto no se arriesga a explorar su entorno. Aunque se disgusta mucho al ser separado de su cuidador, al reunirse con éste parece ser incapaz de aceptar su consuelo ya sea alternando entre un abrazo exagerado y desesperado o una resistencia activa y a veces agresión.

- El infante “ansioso- esquivo” aparentemente no se molesta al ser separado de su cuidador y evita en forma activa el interactuar con su cuidador cuando se reúnen.

   Los niños con este tipo de apego, tienden a considerar a su cuidador y a las demás personas como impredecibles y que no están disponibles cuando ellos les necesitan. Desarrollan poca confianza en el éxito de sus relaciones a futuro, presentan dificultades de adaptación en el jardín de infancia y en la escuela con problemas importantes de conducta a los 4 o 5 años de edad. Un deterioro progresivo de las funciones intelectuales y problemas serios de conducta pueden derivarse en la vida de adulto de estos niños.


   Para lograr que un individuo se desarrolle con un apego seguro, la más poderosa herramienta es el cuidado sensible y precoz de los infantes.

   Esto se logra con:


1. Reconocer que aun los bebés más pequeñitos nos muestran señales de cuales son sus necesidades y deseos.


2. La lectura e interpretación precisa de las claves y señales de los bebés.


3. Permitir que sean las señales de los bebés y no las necesidades o deseos de los padres los que definan la agenda


4. La consistencia y el ser predecible en el tiempo.

Para mantener esta respuesta sensible a sus bebés, los padres tienen que comprender las claves y señales de ellos, estar dispuestos a responderlas y tener la fuerza emocional y el apoyo social necesario para mantenerlas en el tiempo.

   Ser padres insensibles puede surgir de un conocimiento errado o inexacto, por creencias equivocadas (como el pensar que se está malcriando al bebé o “consintiéndole demasiado”). El estrés excesivo o los aspectos emocionales personales pueden hacer que el cuidador primario no esté disponible para el bebé y no permitir el desarrollo de un apego seguro. La forma más dañina de insensibilidad es la de fallar, en forma persistente y crónica, en responder al llanto y a las exigencias de atención de un bebé.

   Un aspecto importante que resaltan estos investigadores y los que les siguieron es la transmisión intergeneracional de los patrones de apego y la relevancia que tiene considerar que podemos ayudar a estos niños al ayudar a los padres.

    “Los individuos que crecen y se desarrollan como personas relativamente estables y con auto confianza, normalmente tienen padres que proporcionan apoyo al ser llamados y que también estimulan y permiten la autonomía. Tales padres tienden no sólo a involucrarse en una comunicación más o menos franca de sus propios modelos de funcionamiento de sí mismo, de sus hijos y de otros, sino que también le indica al niño que estos modelos de funcionamiento están abiertos al debate y revisión. Por esta razón la herencia de la salud mental y de la enfermedad mental, a través de la micro cultura familiar no es menos importante y puede ser mucho más importante que su herencia genética.”

   Si estamos conscientes que muchos de los aspectos emocionales que afectan nuestra vida y nuestra relación con otras personas, tienen sus orígenes en traumas de la infancia, podemos recurrir a la psicoterapia para superar esta condición. Así estaremos mejorando nuestra capacidad para ejercer una maternidad y paternidad dirigida hacia una crianza óptima.



Claves para un vínculo adecuado y un apego seguro


   Se pueden enumerar una serie de claves para las madres y padres que pueden incrementar las posibilidades de un vínculo adecuado y un apego seguro al tener un bebé:


1. Háblenle a su bebé dentro del útero y permítanle escuchar música suave y tranquilizadora


2. Tenga un parto natural y gentil


3. De una dulce bienvenida al bebé en su familia


4. Haga de su hogar un ambiente pacífico y agradable


5. Permita al bebé dormir cerca de mamá y papá


6. Cargue durante el día a su bebé el máximo posible


7. Tenga contacto visual frecuente y afectuoso con su bebé


8. No imponga rutinas estrictas a su bebé, especialmente de alimentación y sueño. Respete sus ritmos biológicos.


9. Responda de inmediato a las demandas de atención de su bebé


10. De apoyo a su pareja en el sentido más amplio de la palabra


Las neurociencias y el apego


   Los avances en el estudio de las neurociencias han permitido reunir un cúmulo de evidencias científicas que establecen puentes entre las ciencias de la conducta y la biología para comprender un poco más el cerebro humano. La influencia de la genética y del medio ambiente encuentra puntos de unión cuando se estudia la evolución del ser, especialmente en sus primeras etapas de la vida. Poco a poco estas conexiones añaden luz a la comprensión de la expresión biológica, anatómica y funcional, de la psicología del desarrollo a través de la neurobiología del desarrollo emocional. Nos dice A. Schore, “la integración de las perspectivas neurobiológicas con las psicológicas, de las relaciones de estructura y función, es absolutamente esencial para una más profunda comprensión del desarrollo temprano”.

   Para entender un poco su relación con el apego se pueden enunciar algunas consideraciones básicas de la neurobiología que entrelazan descubrimientos de diferentes disciplinas y perspectivas:


- Los estudios del cerebro humano demuestran que su desarrollo ocurre en etapas durante períodos críticos, es decir, su maduración está influenciada por el medio ambiente y es dependiente de la experiencia.

- Las funciones socio afectivas emergentes están fundamentalmente influenciadas por las transacciones que el niño tiene con su cuidador primario.


- Las experiencias que afinan los circuitos cerebrales en los períodos críticos de la infancia están embebidos en los intercambios socio-emocionales entre un cerebro adulto y un cerebro en desarrollo.



   Basándose en hallazgos e investigaciones sobre infantes y neurobiología, Alan Schore propone una hipótesis central: Las interacciones afectivas de un infante con el ambiente social humano temprano directa e indeleblemente influencian la maduración postnatal de las estructuras cerebrales que a fututo regularán todo el funcionamiento socioemocional.
    Para este investigador los primeros dos años de vida representan períodos críticos donde las regiones del cerebro con crecimiento acelerado son las más susceptibles o sensibles a los estímulos externos. El cerebro humano pesa 400g aproximadamente al nacer y alcanza 1kg al primer año de edad. Se produce en ese tiempo un aumento en la cantidad de axones, dendritas y conexiones sinápticas, reflejando no solo un incremento absoluto de peso sino de un cambio en su organización. Esto ocurre durante un período de estrecha relación madre-hijo que sugiere que el ambiente postnatal actúa como un regulador del desarrollo del cerebro.

   Es interesarte como coinciden las etapas de establecimiento y consolidación del apego, según fueron propuestas por Bowlby y Ainsworth, apareciendo en infantes a los 7 y 8 meses, en el primer año (coincidiendo con la locomoción) y en el segundo año de vida, con las etapas críticas del desarrollo neuronal. La gran sinaptogénesis (aumento de las uniones entre las neuronas) y la mielinización y maduración de las áreas de asociación de la corteza cerebral y del sistema límbico, son la evidencia de un período crítico y vital de la transformación y desarrollo del cerebro infantil.

El apego en la sociedad


                         

  Gracias al conocimiento de la teoría del apego y de las investigaciones sobre el desarrollo del ser humano, un renovado interés en el impacto de las relaciones entre padres e hijos surge como una alternativa esperanzadora en un mundo lleno de guerras, hambre, abuso infantil y de género y deterioro intenso e ininterrumpido de nuestro medio ambiente.

   Se ha establecido como durante la primera infancia y en los primeros años de vida se puede influenciar negativamente un ser humano por la forma como se relacionan sus padres con él modelando un individuo propenso a la delincuencia, la violencia hacia los demás, consigo mismo y hacia el planeta. Es la expresión de la violencia como una respuesta aprendida en el ser humano. La capacidad de modelar la agresión cruda con experiencias positivas durante nuestras experiencias tempranas de vida, comenzando desde el vientre materno, el nacimiento y la primera infancia nos permite la transformación hacia seres altruistas, creativos, pacíficos y empáticos con nuestros congéneres.

   En el prefacio de su libro Parenting for a Peaceful World, Robin Grille acertadamente señala que “el destino de la sociedad se basa en la forma como ella trata a sus hijos” y con una extraordinaria actitud positiva sostiene que “el cerebro y el corazón humano que son recibidos por vez primera con empatía en esos años críticos tempranos no puede ni podrá crecer escogiendo una vida egoísta y violenta”.

   “Los niños que son emocionalmente sanos gracias a la calidad de la atención con la cual han sido criados, crecerán para convertirse en adultos que tenderán a tratarse los unos a los otros y a la tierra con cariño. Por el contrario, los niños que han sido abusados, rechazados, o privados de un apego seguro con al menos un adulto en su temprana edad probablemente sufrirán a futuro de traumas, que a menos que sean curados, harán que ellos los reestablezcan para destruir de algún modo y en grados variables, sí mismos, a los demás y al planeta” (Mitch Hall).

                                                                                                                  Beltrán Lares Díaz. Marzo 2008

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